Embárcate en un exclusivo viaje en mini-crucero privado de Dubrovnik a Split, perfecto para grupos privados de 18 a 36 personas. Explora la impresionante costa dálmata de Croacia con lujo, servicio personalizado y una experiencia cuidadosamente planificada de saltos entre islas.
Navega hacia Mljet, Korčula, Vis, Hvar y más, descubriendo bahías ocultas, ciudades históricas y sitios de la UNESCO en el camino. Disfruta de un baño en aguas cristalinas, deléitate con la gastronomía local y experimenta el encanto auténtico de cada isla.
Con cubiertas espaciosas, elegantes cabinas y servicios de primera clase, este viaje ofrece el equilibrio perfecto entre relajación, aventura y exclusividad, siendo la manera ideal de explorar el Adriático con estilo.
Explora Dubrovnik, la «Perla del Adriático», una ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, conocida por sus murallas medievales, la famosa calle Stradun y monumentos históricos como el Palacio del Rector y la Iglesia de San Blas. Disfruta de sus encantadoras calles, restaurantes de mariscos y vistas al Adriático. Por la tarde, aborda tu mini-crucero privado y zarpa a lo largo de la costa dálmata.
Haz una parada en Mali Ston, famoso por su milenaria producción de ostras y conectado con Ston por la muralla defensiva más larga de Croacia (7,5 km). Visita una granja de ostras local, aprende sobre el cultivo tradicional y disfruta de ostras recién cosechadas acompañadas de vino local, todo mientras admiras las aguas cristalinas y la pintoresca costa.
Despiértate con la serena belleza de Mljet, la isla más verde de Croacia, conocida por sus densos bosques y paisajes vírgenes. Un paraíso para los amantes de la naturaleza, ofrece una escapatoria tranquila.
Explora el Parque Nacional de Mljet, hogar de los impresionantes lagos salados Veliko Jezero y Malo Jezero, ideales para nadar, hacer kayak o relajarte. En Veliko Jezero, visita el monasterio benedictino del siglo XII en la Isla de Santa María, un retiro pacífico rodeado de aguas cristalinas.
Explora Korčula, conocida como la «mini Dubrovnik» por su casco antiguo medieval, sus antiguas murallas y torres. Se cree que fue el lugar de nacimiento de Marco Polo, y cuenta con un museo que honra su legado. Pasea por sus calles empedradas, descubre la arquitectura veneciana renacentista, encantadoras plazas y tiendas de artesanos locales. Visita la Catedral de San Marcos, una obra maestra gótico-renacentista con impresionantes tallas de piedra.
Llega a Hvar, una isla impresionante conocida por su excepcional cantidad de sol, su encanto histórico y su atractivo mediterráneo. Con más de 2,800 horas de sol al año, es uno de los destinos más atractivos del Adriático. Explora la ciudad de Hvar, un animado puerto rodeado por murallas del siglo XIII. Pasea por sus calles empedradas, pasando por edificios de estilo veneciano, palacios elegantes y encantadoras plazas, que muestran influencias góticas y renacentistas.
Tu próxima parada es Vis, una de las islas más remotas de Croacia, conocida por sus playas vírgenes, aguas cristalinas y belleza intacta. Antiguamente una base militar yugoslava, su aislamiento preservó su encanto auténtico y su rica historia.
Un breve viaje desde Vis te lleva a Biševo, hogar de la Cueva Azul (Modra Špilja), una impresionante cueva marina donde la luz del sol crea un fascinante resplandor azul eléctrico. El mejor momento para experimentar esta maravilla natural es a media mañana, cuando la luz ilumina perfectamente las aguas brillantes de la cueva.
Llega a Trogir y dirígete al Parque Nacional de Krka, un impresionante paraíso natural cerca de Skradin, que cuenta con cascadas en caída, lagos esmeralda y senderos panorámicos. Realiza un paseo en bote hasta Skradinski Buk, la cascada más famosa del parque, y explora pasarelas de madera y antiguos molinos de agua.
Por la tarde, regresa a Trogir, un sitio Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, conocido por su encanto medieval y su impresionante arquitectura. Pasea por sus estrechas calles empedradas, visita la Catedral de San Lorenzo y explora la Fortaleza Kamerlengo. Relájate en una encantadora plaza o junto al agua antes de zarpar en tu mini-crucero para un viaje al atardecer por el Adriático.
Desembarcas en Split, marcando el final de tu crucero por el Adriático. Antes de partir, disfruta de un recorrido privado guiado por esta ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, hogar del Palacio de Diocleciano, uno de los monumentos romanos mejor conservados. Pasea por la Plaza Peristilo, la Catedral de San Dóminico, la Puerta Dorada y las subestructuras del palacio. Explora la Plaza Pjaca y camina por el paseo marítimo de la Riva, abrazando el encanto mediterráneo de Split para finalizar perfectamente el crucero.
¡Navegar en un mini-crucero privado de Dubrovnik a Split (organizado por Movis) fue una experiencia verdaderamente única en la vida! Desde el momento en que embarcamos en el puerto de Dubrovnik, el Capitán Marko y su increíble tripulación nos dieron una cálida bienvenida con hospitalidad y un servicio impecable.
Nuestro itinerario fue perfectamente diseñado: el tranquilo Parque Nacional de Mljet, una parada en Korčula, el lugar de nacimiento de Marco Polo, y la impresionante Cueva Azul en Biševo, donde nuestro guía Ivan se aseguró de que la visitáramos en el momento perfecto para disfrutar del efecto azul brillante. Hvar fue vibrante y hermosa, y explorar el encanto medieval de Trogir fue una maravillosa sorpresa.
A bordo, la Chef Ana nos deleitó con deliciosa cocina dálmata, desde mariscos frescos hasta vinos locales como el Pošip y el Plavac Mali. Ver el atardecer desde la cubierta con una copa del mejor vino de Korčula fue una experiencia que nunca olvidaremos.
Si buscas una forma lujosa, íntima e inolvidable de explorar Croacia con tu familia y amigos, ¡este viaje en mini-crucero es la opción perfecta!
Nuestro viaje en mini-crucero de Dubrovnik a Split fue perfectamente organizado por Rok, quien se aseguró de que cada detalle fuera perfecto. La estancia previa en Eslovenia añadió un toque increíble, permitiéndonos explorar Ljubljana y el Lago Bled antes de zarpar. Cada parada fue impresionante, pero Mljet fue verdaderamente asombroso, con sus serenos lagos, exuberante vegetación y el encantador monasterio en la isla, creando una escapatoria perfecta en la naturaleza. Desde los traslados sin inconvenientes hasta un itinerario bien planificado, ¡este viaje fue verdaderamente inolvidable!